Ultima revisión en la Reunión Estatal de Aedenat del 18 y 19 de diciembre de 1993
La siguiente declaración de principios expresa, de un modo que no pretende ser exhaustivo, las bases que consideramos imprescindibles para elaborar una sociedad alternativa. Entendemos por ecologismo un movimiento social basado en la idea de armonía de la especie humana con su medio, que lucha por una vida lúdica, creativa, igualitaria, pluralista y libre de explotación y basada en la comunicación y la cooperación de las personas. En consecuencia:
1. Consideramos que la relación correcta con la Naturaleza no puede ser la de destruirla o dominarla ni la de salvar o mantener enclaves o islas de naturaleza sino una tarea global de colaboración con ella.
2. Entendemos el progreso como creciente mejora de las condiciones de vida y entendimiento mutuo de la población y nos negamos a identificar como progreso el crecimiento cuantitativo y en general todo aquello que significa de hecho sólo el progreso de la clase dominante.
3. En consecuencia, defendemos como objetivo el disfrute de las cosas y el gozo de la relación de las personas como orientación productivista/consumista. No queremos cada vez más objetos, sino una relación más sana entre las personas y con los mismos objetos, sobre estas premisas se basa nuestro concepto de calidad de vida, que pasa necesariamente por el desarrollo de una cultura del ocio orientada al libre autodesarrollo personal, la creatividad y la riqueza de las relaciones de los individuos entre si y con la Naturaleza.
4. En cuanto que la humanidad depende del trabajo, manifestamos la necesidad de la lucha por hacer de éste una actividad libre y no explotada, ajustada a la persona consciente de sus fines, no alienada. Defendemos, frente a la agresión capitalista, toda forma tradicional inocua de trabajo en tanto no se asegure a sus protagonistas un trabajo alternativo satisfactorio.
5. Rechazamos, por tanto, el modo de producción capitalista y consideramos insatisfactorio todo socialismo burocrático y, en general, cualquier fórmula socioeconómica basada en el productivismo y en la acumulación de bienes y poder.
6. Nos declaramos a favor de los usos descentralizados de las energías renovables y en contra de la nuclearización militar y civil en la medida que supone, más allá del indudable riesgo para la vida, un modelo de sociedad militarizada, monopolista, policiaca, ultrajerárquica, incompatible con la idea de autogestión.
7. Proponemos una democracia de base que fomente la participación y la autónoma verdaderas, y no necesariamente parlamentaria, de los pueblos y las personas, y busque la máxima descentralización de las decisiones políticas, económicas y sociales, potenciando el protagonismo de los municipios, comarcas, regiones y naciones.
8. Creemos que la opresión más extendida en todas las sociedades es la que sufre la mujer. Nos declaramos solidarios con los movimientos feministas que luchan contra la discriminación de la mujer, por mejorar sus condiciones de vida y trabajo y que ponen en cuestión los roles sexuales (división del trabajo, sexualidad,...).
9. Nos declaramos solidarios asimismo de todos los pueblos de la Tierra y en particular de los del Tercer Mundo. Denunciamos la miserable operación de ocultar ciertas contradicciones del capitalismo desplazando a los países pobres las industrias contaminantes y sus residuos, a la vez que se continua la explotación de sus recursos naturales y humanos. El modelo de desarrollo exportado a estos países impide la aplicación de formas de ecodesarrollo adecuadas a sus problemas y sus necesidades.
10. Rechazamos el proceso de desigualdad social que, de forma creciente, se viene produciendo en las sociedades desarrolladas especialmente desde el inicio de la crisis económica en los años 70. La marginación económica de sectores pobres de la población aparece agravado además por factores como el paro, el empleo precario, un escaso acceso a la cultura o cualificación profesional, deficiencias físicas y psíquicas, desarraigo, penosas condiciones de hábitat, etc. Todo ello en un momento de crisis del llamado Estado de Bienestar que es el mecanismo que el propio poder establece para tratar de mitigar las consecuencias de la desigualdad social e injusticia que el desorden capitalista genera en su desarrollo natural.
11. Proponemos una educación integral, no competitiva, no sexista y que no sea mera reproductora de los esquemas de la sociedad actual, represora de todo tipo de creatividad y libertad individual.
12. Somos partidarios de que la salud no es sólo ausencia de enfermedad sino el completo estado de bienestar físico y mental y una manera de vivir alegre y solidaria. En definitiva consideramos la salud como un estado de equilibrio dinámico del ser, consigo mismo y con su entorno.
13. Proclamamos el derecho del pueblo a la más amplia y libre información y denunciamos las tergiversaciones capitalistas en los medios de comunicación, el monopolio de la información científica en manos del Estado y los grandes grupos económicos y las trabas que se oponen hoy, incluso en condiciones formalmente democráticas, al ejercicio de iniciativas populares, marginales y experimentales. Defendemos y apoyamos los medios alternativos de expresión.