viernes, 7 de octubre de 1988

La derecha no se aclara

A don Miguel Herrero de Miñón le ha tocado en suerte desmentir a sus compañeros aliancistas manchegos, manifestando la verdadera postura de AP sobre el proyecto de instalar un polígono de tiro en Anchuras, totalmente favorable, sin paliativos. Y poniéndose en la tarea, don Miguel ha realizado recientemente unas declaraciones insostenibles y sorprendentes, si atendemos a la gravedad de las acusaciones que para sus correligionarios se desprenden.

La verdad es que las justificaciones dadas por el político aliancista llegan a ser indignantes. Unas porque denotan que considera estúpidos a los lectores, y así se permite contarnos que el impacto de las bombas es bueno para los cultivos porque esponja los suelos, se lo ha contado un amiguete del Ministerio de Defensa alemán que de eso de los cereales deben de saber mucho: ¡Agricultor, ya sabe, no riegue, bombardee!, como sacar a colación a estas alturas el famoso informe de la Universidad de Alcalá, cuando ya quedó claro en toda la prensa que ese sesudo estudio había sido hecho en dos días, exactamente, a partir de una fotografía de satélite sin haberse siquiera desplazado al lugar y todos los periodistas de los más diversos medios de comunicación han coincidido en reafirmar el inmenso valor ecológico de Anchuras. Otras de sus opiniones son aún más inadmisibles como aquella según la cual el valor de la vida humana es directamente proporcional al número de vecinos que te rodeen, léanse las palabras de1 prócer "No supone 'ningún riesgo' para la población porque la densidad de la misma en la zona de Anchuras es mínima (de 2 a 3 habitantes/km2) y los núcleos de población importantes se encuentran notablemente alejados". El pueblo de Anchuras, pues, no es importante, y a lo que parece, eso es motivo de que los riesgos de sus vecinos carezcan de la menor importancia.

A tener que decir tal cúmulo de sinsentidos conduce, como pueden ver, a la esquizofrenia que trastorna a una derecha que pretende aunar en un mismo discurso la defensa de sus sacrosantos principios de desarrollismo económico y militarismo con nuevos emblemas electorales como el de la defensa de la naturaleza. No es el primer síntoma de tan grave enfermedad, ya dieron muestra de la misma en el asunto de los cementerios nucleares de Trillo y Aldeadávila. Asi, mientras que AP de Castilla-La Mancha intenta buscar el voto proclamando que no hay derecho a lo que se quiere hacer con Anchuras, el señor Herrero nos explica que los intereses de la defensa nacional y de los aliados, léase OTAN, están por encima de todo y que los anchureños no se quejen, que se pueden sacar unas pesetitas, recogiendo chatarra de los obuses, porque lo de que los campos de tiro redundan "en beneficio de la mayor actividad económica de la zona contigua» es algo de locos. Pero como dice la canción ¿cómo se pueden querer dos mujeres a la vez y no estar loco?

José Luis García Cano

Presidente de la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (AEDENAT)