sábado, 14 de marzo de 1998

Contra los embalses y por los ríos, el agua y la vida


En Brasil, Argentina, Japón, Italia, Francia, Eslovaquia, Estados Unidos, Canadá, y otros países organizaciones de afectados por los embalses y activistas que luchan por los ríos celebrarán un Día de Acción con el objetivo de llamar la atención sobre esta problemática.

La fecha, el 14 de marzo, fue elegida en el primer Encuentro Internacional de Afectados por Embalses, celebrado en Curitiba. International Rivers Network (IRN) actuá como coordinador internacional.

En Madrid, el 14 de marzo de 1998, a las 12:00 horas, la organización ecologista Aedenat realizará un acto simbólico de denuncia contra los embalses y la contaminación de las aguas. 

Representantes de Aedenat, de nueve Comunidades Autónomas, llevarán agua de sus ríos al Ministerio de Medio Ambiente en Madrid. Aguas del Ebro, del Duero, del Guadalquivir, del Tajo... se ofreceran a la máxima responsable de la salud de nuestros ríos, para que pueda comprobar su lamentable estado.




Declaración de Curitiba

14 de Marzo de 1997

Afirmando el derecho a la vida y a la cultura de afectados por embalses

PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL DE AFECTADOS POR EMBALSES

Nosotros, personas de 20 países, reunidos en Curitiba, Brasil, representando a organizaciones de personas afectadas por represas y de opositores a represas destructivas, hemos compartido nuestras experiencias sobre las pérdidas sufridas y las amenazas que enfrentamos debido a estas obras. Aunque nuestras experiencias reflejan nuestras diversas realidades culturales, sociales, políticas, y ambientales, nuestras luchas son una sola.

Nuestras luchas son una sola porque en todos los lugares las represas obligan a las personas a abandonar sus hogares, sumergen tierras agrícolas fértiles, bosques y lugares sagrados, destruyen zonas de pesca y reservas de agua limpia, y causan desintegración social y cultural y el empobrecimiento económico de nuestras comunidades.

Nuestras luchas son una sola porque en todas partes existe una enorme brecha entre los beneficios económicos y sociales prometidos por los constructores de represas y la realidad de lo que ha sucedido una vez que éstas han sido construidas. Casi siempre las represas han costado más de lo proyectado, incluso sin incluir los costos ambientales y sociales. Las represas han producido menos electricidad y han regado menos tierra que lo prometido. Han contribuído a que las inundaciones sean aún mas destructivas. Las represas han beneficiados a grandes terratenientes, a corporaciones agrícolas y a especuladores. Han desposeído a los pequeños agricultores, a los trabajadores rurales, los pescadores, a las comunidades tribales, indígenas y tradicionales.

Nuestras luchas son una sola porque estamos peleando contra intereses poderosos similares, los mismos acreedores internacionales, las mismas agencias de ayuda y crédito multilaterales y bilaterales, las mismas compañías constructoras de represas y de equipos, las mismas consultoras en ingeniería y medio ambiente, y las mismas corporaciones involucradas en industrias fuertemente subsidiadas e intensivas en el uso de la energía.

Nuestras luchas son una sola porque en todas partes las personas que más sufren con las represas son excluidas de la toma de decisiones. En cambio, las decisiones son tomadas por tecnócratas, políticos y elites empresariales que aumentan su propio poder y riqueza construyendo represas.

Nuestras luchas comunes nos han convencido de que es necesario y posible terminar con la era de las represas destructivas.

También es tan necesario como posible implementar modos alternativos para producir energía y para administrar nuestras aguas dulces, que son equitativos, sustentables y efectivos.

Para que ésto pueda suceder, exigimos una democracia genuina que incluya participación pública y transparencia en el desarrollo e implementación de las políticas energéticas e hídricas, junto con la descentralización del poder político y la participación real de las comunidades locales. Tenemos que reducir las desigualdades a través de medidas que incluyan el acceso equitativo a la tierra. También insistimos en los derechos inalienables de las comunidades para controlar y manejar sus aguas, tierras, bosques y otros recursos y el derecho de toda persona a un ambiente sano.

Tenemos que avanzar hacia una sociedad donde los seres humanos y la naturaleza ya no sean reducidos a la lógica del mercado donde el único valor es el de la mercancía y el único objetivo son las utilidades. Tenemos que avanzar hacia una sociedad que respete la diversidad, y que se base en relaciones equitativas y justas entre las personas, regiones y naciones.

Nuestras experiencias compartidas nos han llevado a acordar lo siguiente:

1) Reconocemos y apoyamos los principios de la "Declaración de las ONGs y Movimientos Sociales de Río de Janeiro" de 1992 y la "Declaración de Manibeli" de 1994 sobre el financiamiento del Banco Mundial a las grandes represas.

2) Nos opondremos a la construcción de cualquier represa que no haya sido aprobada por las personas afectadas luego de un proceso de toma de decisiones informado y participativo.

3) Exigimos que los gobiernos, las agencias internacionales y los inversionistas implementen una moratoria inmediata en la construcción de grandes represas hasta que:

a. Se terminen todas las formas de violencia e intimidación contra las personas afectadas por represas y las organizaciones que se oponen a las represas.

b. Se negocien compensaciones, que incluyan la provisión de tierras adecuadas, de viviendas e infraestructura social, con los millones de personas cuyos modos de vida ya han sido afectados negativamente por la construcción de represas.

c. Se realicen acciones para restaurar el medio ambiente dañado por las represas - incluso cuando esto haga necesario el desmantelamiento de represas.

d. Los derechos territoriales de los indígenas, de poblaciones tribales, semi-tribales y tradicionales afectadas por represas sean totalmente respetados, al proveer a éstas poblaciones con territorios que les permitan recobrar sus condiciones culturales y económicas previas --otra vez, esta condición puede requerir el desmantelamiento de represas.

e. Se establezca una comisión internacional independiente que conduzca una revisión completa de todas las grandes represas financiadas o apoyadas por agencias de ayuda y crédito internacional, y que sus conclusiones normativas sean implementadas. El establecimiento y los procedimientos de la revisión tienen que estar sujetos a la aprobación y monitoreo de representantes del movimiento internacional de personas afectadas por represas.

f. Cada agencia nacional y regional que haya financiado o apoyado la construcción de grandes represas haya encargado revisiones independientes completas de cada proyecto de grandes represas que han financiado e implementado las conclusiones normativas de sus revisiones. Estas últimas deben ser realizadas con la participación de representantes de las organizaciones de personas afectadas.

g. Se hayan implementado políticas sobre energía y aguas que fomentan el uso de tecnologías y prácticas de manejo sustentables y apropiadas, utilizando tanto las contribuciones de la ciencia moderna como las del conocimiento tradicional. Estas políticas también deben desincentivar el desperdicio y el sobre consumo y garantizar el acceso equitativo a estas necesidades básicas.

4) A lo largo de estos últimos años hemos ido mostrando nuestro creciente poder. Hemos ocupado represas y oficinas, hemos marchado en nuestras aldeas y ciudades, nos hemos negado a abandonar nuestras tierras aún enfrentando intimidaciones, violencia y el ahogamiento. Hemos desenmascarado la corrupción, las mentiras y las falsas promesas de la industria de represas. A nivel nacional e internacional hemos trabajado en solidaridad con otros que luchan contra proyectos de desarrollo destructivos, y junto a quienes luchan por los derechos humanos, la justicia social, y para ponerle fin a la destrucción del medio ambiente.

Somos fuertes, diversos y unidos y nuestra causa es justa. Hemos detenido la construcción de represas destructivas y hemos obligado a los constructores de represas a respetar nuestros derechos. Hemos detenido represas en el pasado, y detendremos otras en el futuro.

Nos comprometemos a intensificar la lucha contra las represas destructivas. Desde las aldeas de la India, Brasil y Lesoto hasta las salas de directorio de Washington, Tokio y Londres, obligaremos a los constructores de represas a aceptar nuestras demandas.

Para fortalecer nuestro movimiento desarrollaremos y reforzaremos redes regionales e internacionales. Para simbolizar nuestra creciente unidad, declaramos que el 14 de Marzo, Día Brasileño de Luchas Contra las Represas, de ahora en adelante será el Día Internacional de Acción Contra las Represas y por los Ríos, el Agua y la Vida.

¡Aguas Para La Vida, No Para La Muerte!