Las organizaciones ecologistas apuestan por el uso de Internet para responder a situaciones como la de Doñana.
"Greenpeace se sorprende del cinismo y la falta de vergüenza de Tocino y Chaves". Con esta dura acusación, publicada en sus páginas de Internet, reaccionaba Greenpeace a los comentarios de los políticos sobre la labor de los ecologistas en Doñana. En los últimos días, la ministra de Medio Ambiente y el presidente de la Junta de Andalucía, aseguraban que "todo está bajo control" y que los ecologistas estaban contribuyendo a magnificar la crisis. Lo que no saben ni la ministra ni el presidente autonómico es cuánta razón llevan. Aunque rechazan que estén magnificando el accidente, lo cierto es que los verdes están utilizando todos los medios a su alcance para tratar de difundir por todo el planeta las dimensiones de la catástrofe. Y, de momento, están obteniendo bastante éxito.
Desde que comenzara el fatal episodio, la oficina de Greenpeace en España ha estado suministrando información a otras 29 sedes de la organización en todo el mundo. Para ello, se han servido de la intranet que tienen instalada y que les permite comunicarse de forma inmediata y a bajo precio. El mensaje, en forma de alerta, se ha difundido como un rayo desde Rusia a Argentina, y desde Eslovaquia a Japón o Australia.
Desde estas sedes, repartidas a lo largo de todo el planeta, la organización ha estado canalizando información a todos los medios de comunicación habidos y por haber y a todo el que se ha interesado por la cuestión.
Después de eso, comenta Paloma Larena de Greenpeace, "han estado llamando periodistas de todas partes del globo: japoneses, canadienses, franceses, americanos, chilenos, alemanes e ingleses entre otros". Algunos de los medios de comunicación y agencias de noticias más importantes del mundo han enviado corresponsales a Doñana.
De hecho, como reconoce José Luis García Cano, de la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat), "lo de Doñana ha tenido más impacto social fuera de nuestras fronteras que aquí". En este caso, la rapidez en la transmisión de la noticia ha sido algo fundamental. Y éste es sólo un ejemplo de lo que pueden hacer las organizaciones ecologistas con la Red. Las posibilidades, como reconocen muchos de los implicados, son enormes.
Para Benigno Abadillas, de la revista ecologista Quercus, "Internet en temas medioambientales es el medio. En Quercus apostamos por esta herramienta por su inmediatez, por lo barata que es y por su interactividad, ya que permite a quienes nos leen responder y actuar".
Para Paloma Larena, las organizaciones medioambientales tienen que estar en Internet: "Es la tecnología del futuro y es de cajón que hay que estar ahí. En Greenpeace hace bastante tiempo que contamos con una intranet que conecta las 30 oficinas en todo el planeta. Esto nos permite mucha rapidez para resolver problemas como ahora el de Doñana. Del desastre de Doñana se está hablando en todo el mundo".
Mayor conexión
En la lucha, casi siempre desigual, que las organizaciones no gubernamentales mantienen con empresas y gobiernos, Internet puede ser clave. Así, por ejemplo, el correo electrónico permite trasvasar información a muchísimos colectivos.
Por ejemplo, el Proyecto Nodo 50, una especie de red de asociaciones ecologistas y de desarrollo, viene usando este medio desde 1993. Lo mismo hacen Eusnet en el País Vasco y Pangea en Cataluña y Aragón. Otra superorganización, APC (Asociación para el Progreso de las Comunicaciones), conecta docenas de estas redes en todo el mundo. Esto facilita la participación en diversos proyectos de mucha más gente.
Y esta mayor conexión entre organizaciones se nota. Véase el ejemplo de este caso real de mensaje electrónico, enviado al hilo de Doñana por Aedenat:
"De aedenat@nodo50.ix.apc.org. A listacoda@nodo50.org. Título: acción urgente por Doñana. Mensaje: Hoy 6 de mayo presentamos el texto que sigue en rueda de prensa, si tu organización lo suscribe háznoslo saber antes de las 11 de la mañana".
Y sigue un largo escrito. En él se analiza la gravedad del vertido de 5 millones de metros cúbicos de lodos tóxicos. Y se pide responsabilidades, ya que "esto no ha sido un desgraciado accidente, sino el fruto de la codicia económica de Boliden-Apirsa y de la irresponsabilidad tanto de la Administración Central como de la autonómica".
Este tipo de coordinación para apoyar un comunicado, proponer una acción o lanzar una alerta, no hubiera sido posible antes. No al menos con esa velocidad.
Campañas
Abundan los ejemplos de campañas y movilizaciones en las que el uso de Internet resulta de gran importancia. Uno de ellos es el caso de Gorleben, el pueblo alemán donde se ha construido un cementerio nuclear. En esta ocasión, la movilización social llegó a ser tan importante que se suspendieron partidos de la Bundesliga, la liga alemana de fútbol. El motivo fue que para contrarrestar a los ecologistas fue necesario enviar decenas de miles de policías. Tantos, que no era posible garantizar la seguridad en los estadios de fútbol. ¿Se imagina alguien en España una movilización social tan fuerte que fuera necesario suspender partidos de La Liga de las estrellas?
Otros casos espectaculares de utilización ecologista de la Red son los de las Grandes Conferencias mundiales, como la del cambio climático celebrada en Kyoto. José Luis García, de Aedenat, explica que "sin Internet, no hubiéramos podido tener acceso a lo que allí estaba ocurriendo. En cambio, gracias a la Red, participaba todo el mundo. Se recibía todo tipo de información oficial y no oficial, de la cumbre".
El debate así generado tiene fuertes repercusiones, en primer lugar, sobre los medios de comunicación, que se hacen eco de voces discordantes y de posturas que no son las oficiales. Y, a través de los medios, este debate llega a los políticos y a los gobernantes, que son los que en definitiva toman las decisiones. Esto puede o no hacerles modificar sus posturas. Pero al menos se sigue su actuación y se ejerce alguna influencia.
Eso sí, aún no se ha llegado al punto que a muchos les gustaría: que se pueda enviar mensajes directamente a los políticos, hacerles llegar las opiniones de mucha gente implicada en la defensa de la naturaleza. Pero algo es algo.
Y no es porque no se intente esta comunicación directa. Entre las campañas más originales de los ecologistas en el ciberespacio está la de enviar correos electrónicos. Esto, que ya se venía haciendo con cartas y con faxes, se simplifica ahora con la nueva tecnología.
Así, por ejemplo, están en marcha campañas como las siguientes: En Aedenat tienen un mensaje de correo listo para enviar a la ministra de Medio Ambiente Isabel Tocino. El texto reza así: Señora Ministra. Cumpla la Ley. Paralice las obras de Itoiz. Y un botón para "enviar a la ministra". El mensaje se refiere a las obras del Embalse de Itoiz, en Navarra, que continúan en marcha. Esto a pesar de una sentencia del Tribunal Supremo en la que se advierte que no se puede llenar más del 2% del pantano porque afecta a tres zonas protegidas.
Con motivo de Doñana se han convocado también diversos actos y manifestaciones: frente a la embajada sueca en Madrid, frente al Ministerio de Medio Ambiente, etc. Y también se pueden enviar mensajes de protesta a la empresa Boliden y al Grupo industrial Trelleborg, relacionado con la misma. Lo mismo que se han hecho envíos masivos de mensajes a Bill Clinton, con motivo de la Cumbre de Kyoto. En ellos se le solicitaba que apoyase la reducción de las emisiones contaminantes de la industria. Y una campaña similar ha tenido como objetivo a la comisaria europea Emma Bonino. En este caso, para pedirle que presione a sus colegas en la Comisión de cara a prohibir el uso de las redes de deriva.
Faxes
Más original aún es el sistema mixto que utiliza el grupo ecologista RainForest. Esta organización se dedica a la defensa de los bosques tropicales. En su caso, los internautas que apoyan su causa envían un mensaje por correo electrónico. Mientras, en RainForest, un sistema automático los reenvía como faxes al responsable propuesto. De esta forma, puede que los políticos no se lean los mensajes, pero no pueden evitar que una protesta masiva les inunde de faxes la oficina. Porque los ecologistas están convencidos de que en algunos casos el correo electrónico no llega más allá de un asistente o secretario de primer nivel. Pero, en todo caso, a los políticos les llega el eco de que se han recibido tantos cientos o miles de mensajes de protesta. Y, piensan, que en el Ministerio español de Medio Ambiente ni siquiera eso.
Otra queja frecuente es la de que en las páginas web del Ministerio aún no ha aparecido ni una sola mención a Doñana. Como explica José Luis García "o no les interesa o no le dan ninguna importancia. Pero con todo el tema de Doñana no tienen nada, ni siquiera un comentario".
Afortunadamente, en otras web sí hay mucha información.
Eso sí, el uso de Internet todavía puede desarrollarse mucho más. Como reconoce Benigno Abadillas, todavía falta entrenar a las fuentes y a los lectores.
Lo que queda por hacer
Aún hay poca cultura informática entre muchos militantes y simpatizantes. Y aunque el medio ambiente es uno de los sectores no comerciales de Internet más desarrollados, todavía falta capacidad de respuesta. Así, con el caso de Doñana, la reacción de la comunidad internauta no fue todo lo explosiva que se hubiera esperado. En otro país, ante un problema de estas características, se hubiera llenado el ciberespacio de páginas denunciando la situación.
Entre las ONG faltan medios materiales y humanos, para dedicarlos a Internet. Las organizaciones van muy justas de recursos. Usan el correo, sí. Y publican todo tipo de material en la Red. En algunos casos, mantienen revistas y boletines de una enorme calidad, tanto en el contenido como en su presentación. Pero todo esto lleva tiempo y esfuerzo. Salvo Greenpeace, (que empezó no hace mucho) o Aedenat, casi nadie actualiza sus páginas a diario.
En cualquier caso, Internet se ha convertido ya en una herramienta que utilizan, sólo en España, varios centenares de organizaciones. Y todos cifran su esperanza en el rápido crecimiento de su uso entre los militantes y simpatizantes ecologistas. Entonces, su bajo precio y velocidad la convertirán en un medio que puede marcar diferencias. Cada vez, la Red será más verde.
Por Alberto de las Fuentes. Su ordenador, 10 de mayo de 1998