martes, 1 de enero de 1991

AEDENAT propone que sean las empresas las que financien el déficit del transporte colectivo


La Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (AEDENAT-Madrid) ha pedido al Consorcio de Transportes el replanteamiento de su postura ante el incremento de las tarifas. Asimismo, la organización ecologista opina que han de buscarse fórmulas de financiación del déficit del transporte colectivo tales como impuestos que graven a las empresas que se localizan en el Área Metropolitana y tasas que penalicen la gasolina, el automóvil o las áreas de aparcamiento.



La Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (AEDENAT-Madrid) cree que es necesario potenciar la utilización del transporte colectivo, y que para ello han de buscarse fórmulas de financiación del déficit alternativas que permitan beneficiar a aquellos sectores sociales de rentas más bajas. A través de impuestos que gravasen a las empresas que se localizan en el Área Metropolitana, y sobre todo las del Centro de Madrid, que son los principales beneficiados de la existencia del sistema de transporte público colectivo (pues sirve para canalizar los viajes de los trabajadores y de sus clientes). Asimismo, sería conveniente diseñar un programa de financiación a través de tasas que penalicen la gasolina, el automóvil o las áreas de aparcamiento.



Menos de un año han tardado los responsables del Consorcio de Transportes en volver a incrementar las tarifas de los transportes públicos colectivos, eligiendo además las fechas del despiste navideño.



El billete sencillo ha pasado de 90 a 115 pesetas, lo que supone un incremento de casi un 30 %, afectando fundamentalmente al viajero ocasional.



La experiencia y los más serios estudios demuestran que la subida de tarifas siempre influye en la reducción de la demanda.



El atrevimiento de la Administración es más alarmante si tenemos en cuenta el déficit del transporte colectivo, unos 20.000 millones para el año 1988, de los que 14.000 millones se referían al Metro. El Metro ha perdido entre 1970-1990, un tercio de los viajeros, a pesar de haberse duplicado la longitud de la red, pasando de 55 km de 1970 a los 115 km de 1987.



Igualmente, el transporte de superficie ve incrementarse sus costes de explotación a raíz de su participación en la normal congestión viaria, pues los carriles bus no funcionan debido a la ocupación del vehículo privado en el 50-80 % de sus recorridos.



Difícilmente el Consorcio va a conseguir los objetivos que se proponían en el Plan Felipe para el Transporte en Madrid, donde se pretendía alcanzar el 75 % de los viajes en transporte colectivo, respecto al 60 % anterior, y descender el uso del vehículo privado del 40 % al pretendido 25 %.



Poco se hace para mejorar la calidad y el nivel de servicio de los transportes colectivos en nuestra Comunidad, y parece ser que cuando se plantean propuestas estas deben ser financiadas por los usuarios.

Error grave, si se compara con las políticas tarifarias de otros países europeos como Italia o Alemania donde el viajero paga sólo el 20 % o el 40 % respectivamente del precio total del viaje.



Por ello AEDENAT-Madrid exige al Consorcio de Transportes el replanteamiento de su postura ante el incremento de las tarifas, y la puesta en funcionamiento de una nueva política que pueda lograr a corto o medio plazo un transporte público gratuito, sobre todo a parados, jóvenes y tercera edad.